lunes, 22 de noviembre de 2010

Consejos para sobrevivir a un accidente aéreo .


En estas últimas semanas, se han reportado accidentes aéreos, algunos con 100% de fatalidad -como el de Cuba-, otros con sobrevivientes. Aquí te damos unos consejos que podrían aumentar esas posibilidades de superviviencia.

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Se dice que en un avión no hay asientos más seguros que otros. No importa dónde estés sentado, si se cae el avión, no hay nada que hacer. Sin embargo, las estadísticas no mienten y The Telegraph de Londres se ha apoyado en estas para demostrar que sí hay estrategias que te ayudarían a vivir para contarla.

Números mandan

Es cierto que en algunos accidentes, no hay escape. Otros, sin embargo (la gran mayoría) sí te dan la oportunidad de sobrevivir. Un estudio del gobierno de los EE.UU. reportó que han sucedido 568 accidentes aéreos en este país entre 1993 y 2000, con un total de 53.487 pasajeros y tripulación involucrados. De estos, 51,207 personas -o más del 90%- sobrevivieron. Incluso en los peores 26 accidentes, el estudio demostró que más de la mitad de los pasajeros y la tripulación sobrevivió.

Sin embargo, contrario al mito popular, el avión no es la forma más segura de transporte. El tren lo es en términos de accidentes por viaje y accidentes por hora de recorrido.

Lo que sí es cierto, es que en los accidentes aéreos se tiene una posibilidad de supervivencia. El estudio encontró que incluso un tercio de los que murieron –sobre todo debido al humo y fuego- podrían haber sobrevivido si hubieran tomado ciertas precauciones.

¿Cuáles son estas? Es una ciencia imprecisa. Pero hay áreas en las que los especialistas están de acuerdo.

Arma un plan

Esta es la clave. Ten una noción de lo que vas a hacer en el caso de un accidente o aterrizaje forzoso. Es fundamental para la supervivencia. En primer lugar, realmente escucha el anuncio de seguridad y lee la tarjeta. Si no quieres hacerlo, por lo menos observa dónde están las salidas más cercanas. Es preferible contar el número de filas hacia las salidas en el frente y detrás, porque podrías necesitar encontrar el camino en la oscuridad o a través de humo denso.

En caso de un impacto, es posible tener unos minutos previos para prepararse. En ese momento uno debe repetir el plan de escape en la cabeza.

Los asientos más seguros

La página web de Boeing dice que “un asiento es tan seguro como otro”, al igual que la Administración Federal de Aviación de los EE.UU.

Los accidentes varían, a veces los únicos que sobreviven son los que se sentaron en la parte delantera, o a la altura de las alas. Pero en 2007, la revista Popular Mechanics revisó todos los accidentes desde 1971 y encontró que los asientos traseros (detrás de la línea del ala) eran de hecho más seguros. La tasa de supervivencia fue del 69 por ciento, frente al 56 por ciento con respecto a los asientos sobre el ala y el 49 por ciento para aquellos en la parte delantera del avión.


Posiciones

La posición en la que bajas el torso y lo pegas a tus muslos sí te da una ventaja: reduces el efecto de navaja en el impacto, evita que vueles hacia adelante y golpees el asiento u otras partes del interior del avión, y previene lesiones en las piernas y tobillos que impedirían tu escape de la nave.

Protección

En un accidente aéreo en 1989, muchos –entre víctimas y sobrevivientes- terminaron con las piernas rotas por debajo de las rodillas, debido al impacto con la estructura del asiento delante de ellos.

Por lo tanto, en un accidente abraza tus piernas y pon los pies planos en el piso, preferiblemente detrás de las rodillas, coloca el equipaje de mano debajo del asiento de adelante para que actúe como amortiguador.

Si es posible, añade una protección adicional para la cabeza, una almohada, por ejemplo. Asegúrate de haberte quitado cualquier prótesis dental, lápices u otros objetos cortantes alrededor de ti. También asegúrate de mantener esta posición hasta que el avión haya llegado a un punto muerto. Podrían haber impactos adicionales después del inicial.

Cinturón de seguridad

Liberarse del cinturón de seguridad parece volverse muy difícil bajos las condiciones de un accidente, según el estudio. La razón es que en tiempos de estrés, la gente olvida cómo se abre un cinturón de seguridad de avión, recuerda el de un carro que es completamente distinto y buscan un botón.

Y sobre el cinturón, póntelo de manera que esté apretado. Cada centímetro de holgura aumenta el potencial de la fuerza G a la que serías sometido.

Pánico negativo

Después de un accidente, la velocidad y la calma son claves. Pero es común una reacción de estrés que se conoce como “pánico negativo”, cuando la gente permanece sentada e inmóvil, como si estuviera en trance, aturdida por los acontecimientos. Lo mismo puede aplicarse a la tripulación de las aeronaves, que, a pesar de su riguroso entrenamiento, también puede ser aturdida y no reaccionar.

Si la gente en un accidente entra en este trance, entonces tienes que tomar tus propias decisiones y no esperar instrucciones: muévete.

Inhalación de humo

El fuego es la principal causa de muerte en la mayoría de los accidentes, pero el humo es peor. Inhalarlo puede provocar la pérdida de la conciencia. Si es posible, humedece un pedazo de tela y cubre tu nariz y boca. Si no hay agua disponible, usa tu propia orina. Esta es una cuestión de vida o muerte, así que no es tiempo para ascos.

¿Cuerpo a tierra?

No. Camina normal, sobre tus dos pies, pero mantén la cabeza hacia abajo, la boca y la nariz cubierta. Salta sobre los respaldos de los asientos si los pasillos están bloqueados.

Manos libres

La gente hace las cosas más extrañas después de los accidentes, como tratar de recuperar sus posesiones. Lo mejor es mantener tus manos libres para el escape, para taparte la boca con el pañuelo, o para defenderte del pánico del resto.

No empujes (no conseguirás ir más rápido) ni pelees. Recuerda que en una situación de alto estrés, las personas desarrollan una súperfuerza y es peligroso algún altercado con otro pasajero.

Actúa con rapidez

El “período de oro” para el escape sólo dura hasta cerca de dos minutos. Escucha a los asistentes de vuelo (si estos reaccionan), llega a la salida más cercana, comprueba rápidamente si es viable, por dentro y fuera, y sal. Aléjate lo más que puedas del avión y lo más rápido.

¿Y si uno se detiene a ayudar a los demás?

Bueno, eso depende de ti, de las reservas de coraje que te queden y del sentimiento de solidaridad que puedas o no tener. ¿Quién sabe exactamente lo que harías en caso de emergencia?

Con información de The Telegraph.

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